A las 7 de la mañana suena el despertador y arrastrada de sueño pongo la radio. Resulta tremendamente extraño abrir los ojos con una buena noticia pero, aunque en honrosas y destacadas ocasiones ocurre, pueden contarse con los dedos de una mano.
Sin embargo sí que escucho algunas absolutamente absurdas, faltas de coherencia y sentido común, como los continuos cruces de insultos de nuestros políticos que parecieran haber sufrido una enfermedad autoinmune que los lleva de cabeza a acabar con su carrera, solitos, sin más ayuda que sus propios argumentos. Y me pregunto, así, tan temprano, si no me contarán estas cosas tan ridículas para que me despierte por completo, ya que mis ojos, mis músculos y lo más importante, mi cerebro, se niegan al desasosiego que me produce salir de la cama, cuando aún es de noche, y correr como una bellaca hacia el primer café de la mañana. Pero la mayoría de las noticias son desagradables y dolorosas: ladrones de guante blanco por acá y por allá en ese eterno juego de magia de ahora me ves, ahora no me ves… guerras, hambre, miseria y falta de humanidad.
Tal aglomeración de insensateces me hace pensar que nada puede ya sorprenderme, pero… Eureka!!! La realidad supera la ficción y a veces me arroban con un primer plato que te deja con la boca abierta y la mano preparada para dar una hostia del siete. Porque cuando un señor, por llamarlo de alguna manera, amorfo, con unas ideas del pleistoceno, nos muestra su cara ridícula, su sonrisa lasciva y su hechura de sacamantecas y declara que:»Cuando eres una estrella puedes hacerles lo que quieras», refiriéndose a las mujeres, es que aparte de ser un gorrino engreído, es también un paranoico y un estúpido a las finas hierbas.
Quien se habrá creído este viejo verde, analfabeto funcional, feo en demasía y desagradable hombre, que es?
Dicen que el dinero no da la felicidad, aunque todos coincidimos en que ayuda bastante, pero lo que está claro es que lo que no da es ni pizca de inteligencia y mucho menos tiene nada que ver con la vergüenza y la más básica educación.
Que las besa sin preguntar, que las agarra del coño… que se dejan hacer, que les compra muebles… No me cabe duda de que hace mucho tiempo que esta especie de orangután millonario con peluquín no se ha mirado al espejo.
Sus ideas políticas son patéticas y desfasadas , su personalidad hitleriana. Miedo da solo pensar que pudiera llegar a gobernar una potencia como los EEUU. Pero es que además, sin todo el artificio que lo rodea, lo pongas donde lo pongas, si lo sacas de la política o lo aíslas del mundo, este hombre seguiría produciendo en mí y, me atrevo a decir que en la inmensa mayoría de mujeres, un asco profundo.
Entre sus atributos no está solo el ser machista, sino también maleducado, grosero, soez y burdo. Con solo verlo te baja la libido de manera drástica, así, de sopetón, y es una pena porque para las mujeres no hay viagra.
Sr. Trump, no sé a quien besará usted, así, sin avisar, a contrapelo, aquí te pillo aquí te mato… como un joven Adonis que las va desmayando de placer.
Por supuesto hay gente para todo, tanto de un género como de otro… Pero cuidado, mister coloretes, con esa innata y elegante forma de ligar, esa exquista caballerosidad, ese saber estar de estrella del firmamento, porque puedes estar seguro de que todas ellas te amarán con total sinceridad por lo que eres, más que una estrella, un estrellado y asqueroso viejo verde fascista y retrógrado.